El vehículo de los Cuerpos de Seguridad del Estado
En la Italia de las posguerra, los Alfa Romeo demostraron ser más rápidos que ningún otro coche, tanto en los circuitos como en las carreteras. Poseían todas las características técnicas y el simbolismo necesarios para convertirse en los coches perfectos para las fuerzas del orden. A partir de los años 50, fueron seleccionados como vehículos oficiales para responder a las emergencias. Se los conocía como “volanti” y, pronto, los ciudadanos se acostumbraron a verlos por las calles, lo que rápidamente les llevó a buscarles otros apelativos: los utilizados por la Policía Nacional se conocían como “Panteras” y los de los Carabineros, o policía militar, recibían el nombre de “Gacelas”. Dos metáforas que subrayan su potencia y agilidad.
Alfa Romeo es un estilo de vida
La historia de la relación entre la Alfa Romeo y las fuerzas del orden transcurre en paralelo a la historia de la evolución de la propia marca a lo largo de los años. Orazio Satta Puglia desempeñó un papel fundamental en esta evolución. A él debemos la famosa frase: “Existen muchas marcas de automóviles y, entre ellas, Alfa Romeo ocupa un lugar aparte. Es una especie de enfermedad, el entusiasmo por un medio de transporte. Es una forma de vivir, un modo muy especial de concebir un vehículo a motor”. Transformó una compañía de artesanos en una fuerza de producción moderna y empezó a pensar en crear los nuevos Alfa Romeo “producidos en masa”.
Giulia, la revolución
Satta Puglia y su equipo desarrollaron un vehículo claramente adelantado a su tiempo. El Giulia fue uno de los primeros vehículos del mundo en cambiar la forma del chasis. Las partes delantera y trasera se diseñaron para absorber los golpes y el habitáculo se hizo extremadamente rígido para proteger a sus ocupantes: soluciones que solo serían obligatorias mucho tiempo después. El diseño del Giulia también era revolucionario. Compacto, con volúmenes bien proporcionados y un estilo único. La idea de bajar el morro y recortar la parte trasera se inspiró en las leyes de la aerodinámica. Su eslogan de lanzamiento lo describía como un coche “Diseñado por el viento”. El Alfa Romeo Giulia se convirtió en un icono de Italia.